19 de abril de 2010

Día 6

Por fin! hoy he oído ruidos debajo de unos arbustos y, acercándome con un palo, he descubierto una camada de animales extraños. Yo, Igor Vénides, licenciado en historia del arte, no es que sepa mucho sobre animales, pero me han parecido felinos. Tenían un color grisáceo, y se los veía débiles y mortecinos, así que los he cogido y me los he llevado a mi refugio.

Los gatitos maúllan de vez en cuando: parecen quejarse. Puede que la fortuna no haya sonreído a la madre de los cachorros, así que he decidido quedármelos y criarlos conmigo. Suena arriesgado. Me gusta la vida animal, y ahora que yo soy uno más en esta isla desierta, adoptaré una postura lo más humana posible, dentro de la escritura, el pensamiento, la reflexión y la solidaridad para con otros seres.

Tengo un proyecto de refugio, y por eso he ido almacenando durante estos días palos, ramas, hojas de palmera y ramitas flexibles para ver si puedo construirme un sitio decente donde vivir. Busco y busco dentro de mi mente, pero va demasiado deprisa, tengo demasiadas sensaciones que jamás había experimentado y no puedo parar. Más o menos me alimento bien, pobremente, pero alimentado. Las náuseas aparecen de vez en cuando, sobre todo cuando estoy muy cerca del mar. Nunca me ha gustado el mar. Por eso siento náuseas. Los gatitos duermen, o eso parece.

Igor Vénides

No hay comentarios:

Publicar un comentario