19 de abril de 2010

Día 10

"He encontrado un cuaderno en el que comenzaré a escribir para matar estos ratos terribles que me abruman. La soledad es terrible. Parece que el tiempo cambia, comienza ha hacer frío. Pienso día a día si habrá más supervivientes, pero ya hace 10 días que estoy aquí y sólo algunos pedazos de madera más han llegado a la orilla. Subí a la montaña y vi que hay otras dos islas hacia el sur. Puede que allí hayan ido a parar algunos de mis compañeros. Pero tampoco tengo mucha esperanza de que se haya salvado alguien.
Cuando comencé a recorrer la isla pensé que la selva sería muy grande, pero lo cierto es que ocupa más o menos un tercio de la isla. Desde la montaña hacia el norte y el oeste se extiende una llanura elevada, una meseta, con matorrales bajos y hierbas. Hay muchos pequeños riscos repartidos por la planicie.
Los animales no son muy grandes pero ya he cazado alguno. Sobre todo hay lagartos, pájaros e insectos, aunque también he visto una rata muy grande que no he podido capturar. Lo que he cazado han sido dos lagartos, uno hoy y otro hace tres días. Los he cocinado en la hoguera, porque he conseguido hacer fuego.
Mato el tiempo recorriendo la isla, aunque regreso a la playa al atardecer por si algún barco pasa cerca, y porque es un lugar que me transmite seguridad. Estoy pensando en hacer una cabaña en el otro extremo de la llanura, por si algún día me demoro demasiado y tengo que pasar allí la noche."

Blas Alcaçobas

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