22 de marzo de 2010

Día 3

Distinguido señor:

Dice usted conocer las verdades del conocimiento, o de parte de él, por eso me pongo en contacto con usted. No sé quién es ni de dónde viene, pero he de admitir que su carta me ha conmocionado. No me cabía en la sesera imaginar que un hombre apodado Gorgonzola pudiera haber entrado tan dentro de mí, y para colmo, haberme hecho responder con estas humildes palabras. Pues he de decirle que, des del mayor respeto y admiración, me gustaría entablar conversación con usted, fuera de papeles ni distancias. Espero su contestación.

P.D: seguiré su juego y de ahora en adelante seré el señor Blanco.

Un abrazo,
Blanco

-------------------------------------------------------------------------------------------------

Sólo de leer estas líneas me pierdo en la inexactitud. Mas suerte es la mía de poseer aún todas estas cartas tan vagas y poco precisas. Ahora sé que nunca habría de haber cogido ese barco...

Mis vomitonas se han aligerado, y he encontrado otro tipo de bayas más amargas, parecidas a los higos, que no me causan tanto ardor. Sigo durmiendo en el mismo agujero, pero el frío me corroe poco a poco. Veo crecer mi barba por centímetros, la observo día y noche, sin otra ocupación que esa. Y mis magulladuras me escuecen...

Igor Vénides

5 de marzo de 2010

Día 4

"Me llamo Blas Alcaçobas. Hace cuatro días el barco en el que viajaba naufragó y acabé aquí. Aún no sé si se trata de una isla o si está unido al continente. Subiré a una cima que se ve desde aquí para comprobarlo. Me encuentro en una playa de rocas con algo de arena. Tiene una anchura de más o menos 100 m, después comienza un bosque frondoso, una selva. Al día siguiente de llegar escribí el mensaje de socorro de más arriba pero ni siquiera tengo una botella donde meterlo. Me estoy alimentando de cocos que hay por el suelo, y ayer cogí algunos mejillones cuando bajó la marea. aún no he hecho fuego porque por la noche no hace frío y tampoco lo he necesitado para comer ya que los mejillones los coloqué abiertos sobre una roca al sol. Aunque si que lo intento porque tengo miedo de que algún animal me pueda atacar por la noche. Duermo sobre unas hojas de palmeras."

Blas Alcaçobas